¿Tenés claro qué es lo que realmente querés hacer?
- ¿Te has preguntado si estas conforme con lo que estás haciendo?
- ¿Sentís que deseas avanzar y lograr un poco más?
- ¿Estás satisfecho con el momento y lugar en el que hoy estás?
- ¿Se sentís disconforme y con ansias de acceder a algo mejor?
Y por sobre todas las preguntas que puedas hacerte, ¿te cuestionaste en algún momento si lo que estás haciendo y/o lo que te proponés hacer, es coherente con lo que realmente sentís?
Más allá de la cantidad de libros que puedas leer y tal vez ya hayas leído, de los cursos que hagas o de las charlas motivacionales a las que asistas, nada de esto es nutritivo si no te ayuda a alinear tu deseo genuino y honesto, con todo lo que hagas para concretarlo.
¿Y qué es lo hace falta, entonces, para que esto suceda?
Algo tan sencillo y complejo al mismo tiempo: que te conozcas.
¿De qué estoy hablando?
Autoconocerte implica que hagas el ejercicio de mirar hacia adentro, de escucharte, de percibir lo que realmente te sucede. A vos y solo a vos. No al vecino, a tu amigo, a tu pareja, a los papas de los compañeros del colegio de tu hijo.
Escuchar que sentís, qué te hace bien, con qué te sentís realizado.
Esto significa que el foco no vaya a lo que se supone que tendrías que estar haciendo, a lo que te dicen que tenés que lograr a esta edad, o a lo que los demás esperan que hagas.
Autoconocerte es consecuencia de que te hayas observado y lo sigas haciendo para registrar lo que deseas, lo que tenés ganas, lo que te apetece. Ya sea quedarte donde estás o ir por mas desafíos. Cualquiera de las opciones es válida si nace de vos, de lo que sos y de lo que querés ser.
Autoconocerte significa que sepas quien sos y te animes a ser genuino con eso.
Que tu energía esté focalizada en tu persona y que tus deseos sean escuchados, para poder transformarlos en hechos, en acciones concretas. Salir de los estándares y de las presiones externas (ya bastante tenemos con las propias como para agregar cosas del afuera, ¿no?)
Conocerte, te lleva a transitar un recorrido, un camino arduo y gratificante al mismo tiempo. Un camino que te da poder, el poder de sentirte seguro y de sentirte con la capacidad, la habilidad y por sobre todo el derecho de tomar decisiones.
Las decisiones que te hagan sonreír, más allá del miedo y la incertidumbre, las decisiones que te brinden comodidad inclusive más allá del vértigo de no responder a los patrones socialmente impuestos. Decisiones que te fortalezcan y te permitan fluir.
¿Estás dispuesto a emprender ese camino?
Animate, ¡te garantizo que vale la pena!
Un fuerte abrazo.
Y hasta la semana próxima,
María Noel
El coaching Ontológico implica un paradigma diferente, por lo que produce transformaciones en el modo de ser de las personas Más aquí
Si bien hubo, a lo largo de la historia, vaivenes en cuanto a la difusión de la importancia del uso Más aquí
En el artículo de la semana pasada habíamos comenzado a desarrollar los beneficios que se obtienen con el ejercicio físico. Más aquí
¿Querés decidir cuál es próximo paso que vas a dar en tu vida? ¿Definir qué es lo que realmente deseás hacer y dejar de postergarte?
Te invito a que conversemos sobre esto. Probablemente pueda orientarte:
//www.marianoellucano.com/hablemos/
Sobre María Noel
Soy María Noel Lucano, empresaria, coach y consultora especializada en ayudar y orientar a personas que desean realizar cambios transformacionales en sus vidas. Mi objetivo es asesorar y brindar herramientas y recursos prácticos a los individuos y equipos que eligen transitar el maravilloso camino que implica liderar sus propias vidas.
Deja una respuesta