Una vez, en una de las tantas capacitaciones que he hecho, un mentor me ha dicho que si las ideas que tenemos rondando en la cabeza quedan en la cabeza y no las llevamos al papel, solo siguen siendo eso: IDEAS. Y definitivamente coincido con este concepto. Porque ideas tenemos todos y buenas ideas unos cuantos, pero lograr que una idea termine siendo un proyecto concreto y que además funcione exitosamente implica llevar a cabo una serie de acciones que no podes desconocer si estas pensando en ser un emprendedor.
Para poder transformar una idea en un hecho, para lograr que un proyecto se concrete, el primer paso a seguir es empezar a darle forma y no es en el mundo de las ideas donde empieza a tomar vida, sino en el mundo de las acciones. Volcar al papel lo que venimos pensando, fantaseando e imaginando, permite que ese proyecto se empiece a convertir en algo tangible, que tenga un nombre, una identidad. Escribir nos da la posibilidad de ordenar y organizar, mientras al mismo tiempo libera la cabeza de información, de manera que puedan ingresar nuevos datos o conocimientos que necesitaremos más adelante.
- Vuelca en un papel todo lo que se te ocurra, aquello que vienes pensando o con lo que estas fantaseando. Empieza a darle forma, a darle un sentida tu idea, anota hasta lo que te parezca más insignificante, ya tendrás tiempo de borrar o descartar cosas más adelante.
- Plantea tiempos de trabajo a corto mediano y largo plazo.Colocarnos objetivos, analizar prioridades y evaluar todo aquello que necesitaremos lograr para materializar nuestro proyecto, nos permite saber dónde estamos parados y que camino debemos tomar.
- Define cuál es la misión que tiene tu proyecto, que quieres lograr con él, cual es la transformación que generaras en los otros a través de lo que decidas emprender. Claramente, establecer cuáles son nuestros valores e ideales y ser consecuentes con ellos nos da la dirección del camino a seguir.
- Se perseverante. La constancia y el trabajo sistemático te permite avanzar y estar motivado inclusive en aquellos momentos en que todo parece estar estancado.
- Colócale pasión a lo que decidas emprender. No bajes los brazos aunque las cosas se pongan difíciles, porque es en esos momentos de dificultad cuando lograras aprender todo lo que hay que hacer para avanzar así como lo que no tienes que volver a repetir.
- No dejes de formarte, instruirte, leer, capacitarte, solicitar ayuda de profesionales y expertos que puedan asistirte en tu nuevo camino.
- Finalmente y no por eso menos importante: enamórate de tu proyecto. Solo si estas convencido de lo que quieres hacer y alimentas tu propio deseo, podrás hacer que otros también lo quieran.
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¡Muchas gracias!
Maria Noel
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