La pregunta, ante lo que nos sucede, no debería ser solamente porque nos pasa lo que nos pasa, sino también: para que nos pasa lo que nos pasa?
El “por qué” nos lleva a rastrear las causas, los motivos, el origen, mientras que el “para qué” nos acerca a cuestionarnos por el sentido. Y cuestionarnos por el sentido justamente nos coloca en un lugar de responsabilidad.
El hacernos responsables de nuestros actos es una de nuestras obligaciones como seres humanos.
Responsabilidad significa responder, poder hacerse cargo, comprometerse, no mirar de costado y tomar las riendas de nuestras vidas, dejar de ser espectadores para pasar a ser protagonistas, inclusive de aquello que no nos gusta de nosotros mismos, inclusive de nuestras propias miserias.
Como mencionaba Sartre: “El hombre está condenado a ser libre. Condenado porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo por otro lado libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace”.
Perdámosle el miedo a la palabra responsabilidad, encontrémonos con lo que somos y con lo que queremos ser, asumamos el rol protagónico de nuestras vidas y transitemos el maravilloso camino de elegir con libertad y compromiso quienes queremos ser, que queremos hacer y cómo queremos trascender.
¡Hasta la próxima!
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¡Muchas gracias!
Maria Noel