¿Qué hacer cuando no sabemos qué elegir para definir nuestro futuro laboral y profesional?
Seguramente habrás escuchado desde pequeño, ya sea por parte de tus padres o de un gran sector de la sociedad, preguntas tales como: “¿A qué te vas a dedicar cuando seas grande?”,” ¿Que querés estudiar?”, o “¿De qué vas a trabajar?”
Todas estas preguntas, hechas al pasar y con mucha liviandad, como si elegir una carrera, profesión, oficio o actividad, fuera lo mismo que decidir que remera te vas a poner para salir a la calle. Claramente son decisiones complejas, que involucran muchas variables y que llevan un tiempo para poder elaborarlas y procesarlas. Y no solo me refiero a un tiempo externo y objetivo sino a un tiempo interno y subjetivo (o sea personal, que significa que no es para todo el mundo igual).
Claro esta que para algunas personas es innato y natural detectar cual es su talento, su hobby, su pasión y su vocación. De esta manera es más sencillo trazar un camino a manera de una hoja de ruta y plantearse metas y objetivos a cumplir, porque suele estar claro de entrada hacia donde se quiere llegar.
El inconveniente aparece cuando no se tiene claro, que es lo que a uno verdaderamente le gusta, cual es la diferencia entre un hobby y una vocación o que es aquello que a un lo atrae al punto de pensar en dedicarse toda o gran parte de su vida a desarrollarse en ese campo y vivir de esa actividad.
Es demasiado pretencioso a mi entender, que se le exija a un niño, adolescente o a alguien que recién termina sus estudios secundarios, que pueda definir y expresar con claridad cuál es su motor en la vida y a que piensa dedicarse de ahora en más. Planteo esto de lo pretencioso, porque los seres humanos estamos en constante cambio y más aún en momentos como la adolescencia o el fin de la misma (entre los 18 y 22 años aproximadamente), momento en el cual son muchas más las preguntas que las respuestas que se tienen y mas las dudas que las certezas.
Muchas veces, movidos por la presión y los mandatos familiares y sociales, se eligen carreras o trabajos que nada tienen que ver con el deseo de uno y eso lamentablemente, a la larga, trae secuelas que se evidencian en la frustración, la angustia, el enojo y la inconformidad constante.
Es realmente placentero y satisfactorio sentir que uno ha podido elegir desde el deseo, desde la pasión y sobre todo siendo genuino y honesto con uno mismo y con lo que a uno lo moviliza.
Ahora bien, qué hacer cuando no sabemos ni siquiera por donde arrancar, cuando la gran cantidad de información que recibimos sobre carreras o trabajos posibles nos abruman, cuando nos interesan varias cosas a la vez o cuando por el contrario, pareciera que todo nos da lo mismo?
Si sos de lo que te estás haciendo estas preguntas, tené en cuenta lo siguiente:
- Considera la opción de contratar los servicios de un profesional idóneo en el área de orientación vocacional y diseño de carrera, de manera de poder trabajar e investigar no solo las opciones que el mercado presenta, sino fundamentalmente, hacer un recorrido de conocimiento personal que te permita registrar tus fortalezas, debilidades, habilidades y los recursos óptimos con los que contas, para poder realizar tu elección.
- Participa de foros, debates, encuentros, ya sea por internet como presenciales (siempre existen esos encuentros), solo tenes que estar atento y buscar. De esta forma te contactaras con personas que estan atravesando situaciones similares a la tuya y podrás encontrar redes de contención para compartir información, aclarar dudas e inquietudes y no sentirte presionado ni incomodo.
- Lee, lee y lee. Es importante que estés informado y actualizado, ya sea por el diario, las redes sociales, los diferentes medios de comunicación. Muchas veces desconocemos la existencia de ciertos trabajos o carreras no convencionales y cuando las conocemos registramos y nos sorprendemos porque tal vez nos pueden interesar.
- No pienses solo en lo conservador y tradicional (y esto lo relaciono directamente con el punto anterior). A veces lo que estudiamos (carrera universitaria, oficio, actividades artísticas, deportivas, etc.) podemos utilizarlo de manera no común y pensarlo como un medio o herramienta para otro fin. Por ejemplo, estudiar medicina, pero no para atender pacientes que sería lo más clásico, sino para dedicarse al ámbito de la investigación sobre la cura y evolución de una enfermedad especifica.
Y ahora ¡¡te toca a vos!!
Contanos qué opinas sobre el artículo, que experiencia has tenido en cuanto a tu elección vocacional y como te ha ido con lo que has elegido (si lo has hecho) o en que instancia estás en tu vida en este momento. Nos interesa mucho, que nos compartas tu experiencia.
¡Gracias por leerme!
Lic. María Noel Lucano
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