Las técnicas infalibles para sacarle el mayor provecho a tu tiempo
Sos de los que tienen jornadas agotadoras de trabajo, con un montón de actividades en paralelo, con varios frentes abiertos al mismo tiempo, corriendo de una reunión a otra y sin embargo al finalizar el día, sentís que no pudiste concretar ni terminar ni siquiera la mitad de las cosas que te propusiste?
Si tu respuesta es sí, probablemente lo que esta sucediéndote es que estas llevando cabo una no efectiva gestión del tiempo. ¿Y qué quiero decir con esto? No se trata de fantasear con la posibilidad de que el día tenga más de 24 horas ni tampoco que pienses en trabajar más horas y/o más días en la semana.
Lo que te vengo a proponer en esta ocasión es que puedas evaluar como estas distribuyendo y organizando tus horas productivas y que estás haciendo para que el momento que dedicas a trabajar, sea realmente efectivo y le puedas sacar el máximo provecho.
Para eso te voy relatar cuales son las técnicas que considero fundamentales para lograr una distribución del tiempo que te permita ir logrando lo que te has propuesto y sentirte satisfecho con tus resultados.
Establecer en el día a día metas y objetivos reales y concretos.
Esto significa que si tenés que desarrollar una actividad que sabés que te demandará unas cuantas horas de trabajo (me refiero a mas de 10 horas reales, por ejemplo) no fantasees con la posibilidad de terminar esa tarea en un solo día y puedas programarla para llevarla a cabo en al menos dos jornadas laborales.
De esta manera, además de lograr lo que te has propuesto, no terminarás el trabajo con la sensación de haber dejado la vida allí mismo y podrás disfrutar de su desarrollo.
Tené en cuenta que no solo es importante el resultado o producto final sino también el proceso por el cual llegaste a ese objetivo.
Priorizar las tareas a realizar.
Priorizar teniendo en cuenta los siguientes puntos:
Importante y urgente (aquello que amerita ser resuelto en el día: una llamada a realizar con un cliente importante, el cierre de una presentación), no urgente pero importante (preparativos, planificaciones), no importante y urgente (contestar algunos mails, llamadas, reuniones, etc.), no urgente ni importante (banalidades, algunas llamadas y mails irrelevantes)
Definir entre tres y cinco tares al día.
Y no más que este número.
Por más que querríamos creer que podemos llevar a cabo un infinito numero de actividades en el día, probablemente no estemos registrando el costo que eso significa para nuestro cuerpo y nuestra mente, trasladando esta carga y presión a los cinco días de la semana y los 20 días hábiles al mes (hace vos, la cuenta de lo que esto significa al año).
Cuidar y respetar nuestro tiempo de descanso y de recreación nos permite ser mucho más eficientes y productivos en el momento que ejecutamos nuestras tareas.
No hacer multitasking.
Es decir, no hacer varias tareas en paralelo, porque, aunque considerás que podés, probablemente algunas de estas tareas la estés realizando con la mitad de la energía que esta requiere, lo cual llevara consecuentemente a que cometas errores que podrían ser evitables.
Empezar el día realizando las tareas más tediosas.
Aquellas que menos te gusta hacer o las que te resulten más difíciles.
Es importante poder abocarse en primer lugar a aquello que queremos sacarnos de encima cuanto antes, para poder dejar para cuando este más avanzado el día, las tareas que nos gustan más o nos cuestan menos realizar.
De esta manera estaremos gestionando con eficiencia, nuestros momentos de mayor productividad y menor agotamiento (que es cuando menos cansados estamos), dedicándoselos a las actividades que requieren que estemos funcionando al cien por cien.
Colocarte un horario y tiempo determinado para leer mensajes y mails.
Esto implica limitar el tiempo que le dedicamos a navegar, permanecer en las redes o estar conectados.
De esta manera lograremos menores distracciones y evitaremos esta continua sensación de querer estar en todos lados al mismo tiempo (lo cual hace que en definitiva no estemos en ningún lugar a pleno.)
Delegar todo aquello que no sea imprescindible que lo hagas vos.
Poder salir del rol de omnipotencia nos permite relajarnos ante las tareas, priorizar lo que realmente necesitamos resolver nosotros y distribuir nuestra energía de una manera más sana y positiva para nosotros y por ende para nuestras actividades.
En resumen, te he presentado las técnicas que utilizo y sugiero para poder resolver, enfocada y productivamente, sin dejar de disfrutar el día a día y finalizando las jornadas laborales con la placentera sensación de haber logrado lo que me he propuesto lograr.
Ahora es tu turno compartir con nosotros cuáles son tus técnicas, si es que las tenés, o cual es tu experiencia en cuanto a la gestión de tu tiempo.
¡Espero hayas disfrutado el artículo!
¡Hasta la próxima semana!
María Noel Lucano
Lila Ciolfi
Una guía indispensable para estos tiempos en que la mayoría percibimos que el tiempo no nos alcanza!