El acoso laboral en el trabajo se define como la agresión física o psicológica dirigida en forma sistemática sobre un grupo de personas o una persona determinada, con el objeto de eliminarlo de la empresa.
Dicha agresión, por gravedad o reiteración, causa en la víctima un daño físico o psíquico que implican destruir la personalidad del trabajador.El trabajador que “vive” situaciones de violencia laboral sufre un stress que lo lleva en forma inexorable a experimentar distintos tipos de dolencias, dolores de cabeza, gastritis, úlceras asi como una alteracion en su autoestima.
Por prácticas de mobbing se entienden las provocaciones constantes, presiones, amenazas, humillaciones y, en general, aquellas conductas persistentes que suscitan malestar sobre las personas afectadas
El trabajo mediatiza la relación del hombre con lo que lo rodea. El desempleo y la amenaza de perderlo hacen que las situaciones de acoso sean toleradas, produciéndose como consecuencia la somatización de la agresión.Si bien los datos sobre las personas hostigadas en su lugar de trabajo resultan alarmantes, merece destacarse que esta situación afecta también considerablemente a las personas que sin ser las víctimas del mismo, observan episodios de acoso en su lugar de trabajo.
Las organizaciones que permiten estas prácticas tratan a la gente como objetos y que se haga efectivo ese maltrato dependerá de cuán hábil sea una persona para defenderse a sí misma.Generalmente las empresas que acosan a sus empleados también se saltan pagos de jubilación, convenios, pagos de horas extras, cuando son bandidos lo son en todo sentido. Si además de haberte hostigado, hay incumplimientos en los salarios y beneficios, ya no es una persona atormentada que cuenta una historia; es un caso para que intervenga la Justicia. Los incumplimientos laborales son fáciles de probar.El acoso laboral que traiga como consecuencia daños físicos o psicológicos, es reparable tanto en el ámbito laboral, civil como en el penal.
Es necesario que los sujetos objeto de acoso psicológico en el entorno laboral se defiendan y que, además, lo hagan, si es posible, antes de que se produzca el daño. Ello nos lleva a un enfoque multidisciplinario para afrontar el problema, donde se pongan en marcha mecanismos que incidan sobre la prevención, la evitación e, incluso, el tratamiento médico, psicológico y jurídico-social, cuando el daño ya se ha producido.
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