Si bien es sabido que crisis equivale a oportunidad tal vez no es lo más común que ante el surgimiento de una, se mantenga una postura positiva y proactiva. La negación suele ser una de las maneras en que reaccionamos ante las crisis desconociendo que poder hablar de crisis es comenzar a promoverla y esto es lo que nos permite pensar en progresar.
Manteniendo siempre una misma actitud no generamos cambios y son justamente las crisis las que al provocar un quiebre nos presentan desafíos que promueven la necesidad de cambios. Los momentos de cambios conllevan peligros y oportunidades. Ante estos aparece el miedo que puede paralizarnos si olvidamos tomarlo como un aliado que nos permite prepararnos para enfrentar situaciones consideradas de riesgo. Desmitificando el miedo, rompiendo el paradigma del mismo como algo estrictamente negativo y propio de personas cobardes nos enfrentamos ante nuestros propios recursos, siendo la creatividad uno de ellos. Contamos a su vez con lo que se denomina inteligencia emocional que es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y manejar bien las emociones, en nosotros y en nuestras relaciones. Es la capacidad de sentir, entender y aplicar el poder y la agudeza de las emociones como fuente de energía humana, información, conexión e influencia.
El respeto hacia los problemas más que hacia las posibles salidas y soluciones nos deja en un lugar de incompetencia y conformismo. En cambio, sentir que podemos superar la crisis, capitalizándola y aprendiendo de ella es un merito que logra aflorar lo mejor de cada uno y nos permite superarnos a nosotros mismos.
Dejanos tus comentarios! Seran bienvenidos!
¡Hasta la próxima!
Si te gustó este artículo, por favor, compártelo en tus redes sociales.
¡Muchas gracias!
María Noel
Deja una respuesta