Hay un antes y un después de la pandemia. Queramos o no aceptarlo, esto es lo que nos está “tocando” vivir. Y nosotros decidimos, en todo caso, como atravesarlo.
Ahora bien, si comunicarnos es y fue en líneas generales un tema complejo siempre, hoy merece más que nunca nuestra atención. ¿Porqué digo esto? Porque a la dificultad ya existente en lo que hace a comunicarnos con los otros (por los “ruidos”, los juicios que poseemos, la falta de empatía en la escucha, por mencionar algunas variables en juego) se le han agregado otras cuestiones propias de la virtualidad, nuestra vía de contacto por excelencia en tiempos de pandemia.
Y cuando menciono esto de prestarle más atención que nunca, hago referencia a tener en cuenta todas las características que tienen hoy, nuestros intercambios con los otros.
A las ya mencionadas líneas arriba, cabe agregarles la dificultad que implica a veces concentrarse en una reunión por zoom o plataformas similares. La virtualidad vino para quedarse y cuando la pandemia sea un recuerdo, me aventuro a decir que la virtualidad no desaparecerá sino en todo caso convivirá con algo de la presencialidad. Entonces, con más razón, es imperioso aprender a comunicarnos de manera efectiva en contextos virtuales ya que es una nueva manera de relacionarnos con el otro.
7 Consejos para una buena comunicación virtual
¿Y qué necesitamos tener en cuenta para comunicarnos de manera efectiva en estos contextos?
Ante todo, cuidar cuestiones básicas como:
- Estar en un espacio con buena iluminación y la mejor acústica posible.
- Si registro que me distrae verme en la cámara mientras estoy en una reunión, averiguar la manera de quitar esa imagen (hay plataformas que te permiten quitar de la vista nuestra imagen) y dejar sólo la del resto de los participantes.
- Colocar la computadora y otros dispositivos que utilicemos a la altura de nuestro rostro, de manera de tensionar lo menos posible el cuello, evitando posibles contracturas en la zona de los hombros y cervicales.
- Hacer más pausas entre reunión y reunión o capacitación y capacitación. de las que estábamos habituados a realizar. Recuerden que antes nos desplazábamos de un lugar a otro y eso, aunque no fuera una pausa en sí misma, implicaba salir de un espacio y transitar a otro (cambio de aire, de imágenes, movimiento). Todo esto hoy no existe porque transcurre casi todo en el mismo lugar. Por ende, levantarme, moverme, estirarme, caminar por la casa, escuchar lo que dure un tema musical, tomar un café sin hacer otra cosa que eso, ya es una pausa. Y esto nos despeja para poder volver a las actividades con otra energía y motivación.
- Escuchar a nuestro cuerpo, lo que nos está pidiendo (a veces lo hace a través del dolor o de ciertos malestares) y es importante que no posterguemos la atención que esto amerita. Tal vez más descanso, tal vez más actividad física u otro tipo de actividad diferente a la que veníamos realizando.
- Planear reuniones o eventos más breves que lo que estábamos acostumbrados a realizar. Para esto es importante organizar nuestra agenda de otra manera, ajustada a la realidad actual. Buscamos más efectividad y esto no es sinónimo de que los encuentros sean sumamente extensos sino de que sean concretos, específicos y que no se toquen más temas de los que tenemos la capacidad de tratar en una reunión de por ejemplo una hora. Es preferible dos días de reuniones más cortas que un día de reuniones interminables.
Cuidemos nuestra energía, nuestra salud (tanto mental como física y emocional). Son momentos en los que administrar y aprender a regular nuestros recursos (tiempo, atención, concentración, memoria, etc) se convirtió en algo más que una necesidad urgente. No salgamos del modo “aprendiz” y continuemos experimentando que es aquello que nos sirve y nos funciona a cada uno (no hay fórmulas que le quepan a todos por igual) para que nuestra productividad no decaiga y nuestra motivación siga en alza, en pos de una comunicación asertiva y un intercambio colaborativo.
De tu panificación y orden al momento de realizar un zoom depende la efectividad de tu comunicación y de lograr tus objetivos en esa reunión, Por eso no dejes de tener en cuenta los tips y tomate 10 minutos antes de comenzar para corroborar que las variables controlables estén cuidadas. ¡De vos depende!
Lic. María Noel Lucano
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Sobre María Noel
Soy María Noel Lucano, empresaria, coach y consultora especializada en ayudar y orientar a personas que desean realizar cambios transformacionales en sus vidas. Mi objetivo es asesorar y brindar herramientas y recursos prácticos a los individuos y equipos que eligen transitar el maravilloso camino que implica liderar sus propias vidas.
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