Se vienen las fiestas de fin de año:
Emociones de todo tipo que nos atraviesan en momentos tan especiales
Hace años suelo observar que para esta época se me llena el consultorio de consultas nuevas o de pacientes antiguos, con los que si bien en su momento se ha terminado el tratamiento realizado, deciden volver a consultar para esta época puntual.
En general el denominador común que circula en estos momentos del año es cierto malestar que aparece a raíz de las fiestas de navidad y fin de año.
Familias desmembradas, personas que ya no están, un mal balance del año a nivel personal, laboral y/o económico, angustia, tristeza, soledad suelen ser los temas que circulan en las sesiones y si bien no son temáticas exclusivas de esta época, pareciera que estas fechas las dejan en evidencia, sin filtro ni disfraces.
Así es como, mientras en la televisión, la radio y/o en las vidrieras de los locales comerciales pareciera que todo es amor, felicidad, éxito y alegría, cierta cantidad de personas la está pasando mal y observan “desde afuera” la dicha de los otros que en este momento les está negada.
Mas allá de la particularidad de cada caso y de cada malestar, temas en los cuales no voy a detenerme ahora, señalo algo que me parece interesante. Todas o casi todas estas personas, en paralelo a su sufrimiento, sienten que están en falta, como si no pudieran sentirse mal para estas fechas en las cales se supone que todo es festejo y celebración. Perciben algo similar a cierta imposición sobre cómo deberían sentirse y como deberían festejar, algo que de hecho no les está pasando. O sea, que además de su propio sufrimiento, surge otro que tiene que ver con el hecho de sentirse excluido y hasta incomprendido por quienes aparentemente dictan las recetas de cómo sentirse en las fiestas.
La vorágine del consumo, de lo que se supone que hay que hacer, los regalos que se deberían comprar y con quienes salir a festejar marcan tendencias que muchas veces no reflejan el deseo de la sociedad en general sino de cierto sector que impulsa el movimiento económico sobre todo en estas fechas.
Es fundamental no perdernos en este frenesí de mandatos sociales y culturales que se imponen y permitirnos escuchar lo nos esta sucediendo realmente, lo que deseamos hacer, lo que nos parece importante y a que le damos prioridad.
En definitiva somos dueños de nuestras propias vidas y nuestra propias decisiones y olvidarnos de eso nos deja vulnerables y expuestos al deseo del otro, algo que podemos elegir que no nos vuelva a suceder este fin de año.
María Noel Lucano
ACTUALIZACIÓN 2017 🙂
Linux vps
Las fiestas exigen que toda la maquinaria de regulacion emocional este disponible y con mayor nivel de autoconciencia que en otras ocasiones. Asi que intentemos hacer el esfuerzo en pos de pasar un buen momento en familia y que las fiestas queden como un hermoso recuerdo.
Maria
Estoy cien por cien de acuerdo con tu comentario. Es entre todos, que podemos hacer el trabajo y el esfuerzo de lograr una cálida y cordial convivencia en momentos de tanta movilización emocional, como lo son las festas.
Gracias por tu comentario.
Saludos!