Similitudes entre hobby y vocación:
Cómo hacer de tu hobby y/o vocación, un negocio rentable
Muchas veces hemos escuchado las palabras hobby y vocación y probablemente han sido enunciadas como diferentes o mejor aún hasta incompatibles, como dando por sentado que un hobby tiene que ver con algo del orden de lo recreativo, que nos de placer, nos divierta y entretenga pero sin generar ningún tipo de compromiso laboral.
Y por otro lado, en cuanto al termino vocación, lo más probable es que nos hayan señalado desde pequeños, la importancia de encontrar la vocación en la vida de una persona y si esto no estuvo claro desde un principio, seguramente nos han sugerido acudir a algún profesional que nos haga alguna batería de test de orientación vocacional de manera de poder marcar un camino laboral a seguir.
Mas allá de las definiciones teóricas y técnicas de ambos términos en las cuales no pienso detenerme ahora, hare hincapié en lo que encuentro por igual tanto en un hobby como en una vocación.
En ambos hay pasión, hay deseo, hay gusto y placer. Ambos generan un motor, un para que, un sentido, un proyecto y una misión. Y si bien el hobby esta automáticamente relacionado con una actividad que no se realiza necesariamente para generar dinero, podemos pensar en cómo hacer para transformarlo en algo rentable momento entonces en el cual, hobby y vocación pueden juntarse y transformarse en lo mismo.
Cuando nos decidimos por estudiar o formarnos en alguna carrera, oficio o actividad, lo primero que surge generalmente es la idea de implementar esa formación en algo tradicional o conservador (el odontólogo arregla caries, el nutricionista realiza planes de alimentación, el docente trabaja en un grado de una escuela primaria, etc.).
Lo que no solemos pensar es que además de estas maneras tradicionales y conservadoras de ejercer un oficio o profesión hay muchas otras formas de aplicar los conocimientos y el deseo que tenemos de trabajar y desarrollarnos laboralmente en algo.
Podemos utilizar lo que sabemos como un medio, para alcanzar otro objetivo más amplio.
Por ejemplo: si la elección ha sido la docencia pero no hay un deseo enorme de estar al frente de una clase como docente de grado, y por otro lado, la coordinación de personas es algo que te gusta y sale naturalmente, una opción posible es desarrollar un instituto de apoyo escolar en el cual se pueda gestionar la posibilidad de tener varios docentes trabajando al mismo tiempo (eso genera más ingresos de manera paralela) y te permite desarrollarte en gestión y coordinación, estando cerca de la docencia que es tu vocación pero sin aplicarla de manera convencional como tal vez lo hayas hecho hasta ahora.
Son muchas las formas en las que podemos hacer que algo que nos apasiona y nos divierta como lo es un hobby, nos genere paralelamente un ingreso de dinero [udesign_icon_font name=”fa fa-twitter” color=”#20b0e5″ size=”1.2em”] que al principio puede ser un extra, pero que tal vez puede terminar transformándose en nuestra principal fuente de ingreso.
¿Qué hay que tener en cuenta, entonces, para que nuestro hobby se transforme en algo rentable?
- Detectar que es lo que verdaderamente nos causa placer, nos apasiona, nos guste, nos deja satisfechos cuando lo realizamos, aquello que estamos esperando tal vez por horas y días que llegue el momento de llevarlo a cabo.
- Observar, averiguar, leer, preguntar a aquellas personas que generan ingresos con aquello que a nosotros nos gusta y hasta ahora solo nos representa un momento de recreación.
Si otras personas pueden vivir de esa actividad, definitivamente ya tenemos comprobado que es algo rentable y solo se trata de ver qué lugar podemos darle en nuestra vida a ese hobby para que pueda generarnos ingresos.
Probablemente en esta instancia puedas pensar que si algo que te gusta se termina transformando en trabajo, dejara de gustarte o causarte tanto placer y permíteme no estar de acuerdo con esta postura que deja en evidencia que el trabajo solo tiene que ocupar un lugar de sacrificio, tortura y malestar.
Cada vez estoy más convencida que si bien para lograr lo que uno desea en la vida se tiene que hacer ciertos sacrificios y trabajar duro en el camino, eso no quiere decir que sea sin placer, sin disfrute y sin alegría.
Es una cuestión cultural instaurada en nuestra sociedad, la de que si no la pasas mal es porque no estás trabajando en serio.
Y puedo asegurarte por experiencia personal y de muchas personas que conozco gracias a mi trabajo diario, que no siempre los que trabajamos mucho y nos esforzamos a diario, estamos padeciendo con nuestros trabajos y menos aun si elegimos responsablemente lo que queremos hacer y en que deseamos trascender.
- Rodeate de gente creativa, comenta lo que tenés ganas de hacer, aunque aun no lo tengas claro. Hablar permite ordenar ideas y más aun cuando tenemos interlocutores que pueden hacernos una devolución, un feedback sobre lo que estamos transmitiendo.
La creatividad también necesita de un “empujoncito” para salir a la luz, por eso mismo, genera espacios, encuentros, lugares que te permitan desarrollar ese costado de originalidad que probablemente tengas y vos mismo aun desconozcas.
- Conectate con el arte, con la expresión que más te guste y con la que te sientas más identificado.
Aunque te parezca que no tiene nada que ver el arte con cualquier trabajo que vos puedas desarrollar, lo que las expresiones artísticas (cine, teatro, pintura, exposiciones fotográficas, danza, música, etc.) te van a permitir, es conectarte con tus emociones y al dejar que ellas fluyan, la creatividad empieza a circular más naturalmente.
No olvides que muchas veces nos encontramos condicionados por paradigmas sociales y culturales que terminamos haciendo propios sin detenernos a pensar si realmente es lo que queremos no. Permitite parar para pensar si querés elegir otra cosa para tu desarrollo laboral y por ende para tu vida.
Ahora contanos, ¿qué experiencia has tenido entre tus hobbies y tus vocaciones? ¿Te animaste alguna vez a salir de lo convencional y hacer algo diferente? Nos interesaría que compartieras con nosotros tu experiencia y tus opiniones.
Gracias por leerme.
¡Hasta la próxima semana!
Lic. María Noel
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