Capitalizá tu energía aprendiendo a delegar
Ya sea que trabajes en relación de dependencia, que seas un profesional autónomo, un empresario o un comerciante, te encontraras en todos los casos con una serie de tareas que no hacen necesariamente a tu rol, pero que tienen que ver con tu gestión. Y como indirectamente te afecta, el hecho de no poder resolverlos, te demora, repercute y obstaculiza. Pero decidir resolverlos vos solo sin pedir ayuda, asesoramiento o directamente delegarlos a quien puede hacerlos por vos, te quitan totalmente de foco y terminan absorbiendo tu tiempo, energía y muchas veces motivación.
Para ser más clara voy a ejemplos concretos. Si sos diseñador de interiores y tenes un comercio de objetos de decoración para el hogar, tareas que conllevan tu negocio, pero no hacen a tu tarea en cuestión (que en este caso sería el diseño y la venta de tus productos) serian por ejemplo el pago de las cuentas, el trato con los proveedores, el manejo de la publicidad. Si en cambio, sos un profesional autónomo y lo tuyo son los servicios, tareas que no hacen necesariamente a tu “metier” serían el manejo de tu sitio web, la difusión en las redes sociales, el marketing en general.
En definitiva, tu negocio, trabajo o proyecto laboral se divide en varias tareas y claramente vos podés ser alguien que decide hacerlas absolutamente todas a costa de trabajar 24 horas por día o alguien que decide delegar y gestionar de esta forma más efectivamente su tiempo y energía. ¿En qué lugar elegís estar?
Si tu respuesta va por el lado de no delegar, probablemente es porque pensás en todas las variables que esto implica: fundamentalmente contar con cierto dinero para pagar a quien contrataras para delegar estas tareas, así como encontrar a alguien de suma confianza y con suficiente idoneidad profesional para llevar adelante estas actividades tan bien como podrías hacerlas vos. Llegado a este punto quisiera detenerme y en función de mi experiencia personal, errores y aciertos que he cometido y sus respectivas consecuencias, voy a trasmitirte las contras que encuentro (que son muchas más que los pro) en la decisión de no delegar ciertas tareas y encargarte vos solo de hacer todo.
Si bien entiendo que el dinero en varias ocasiones suele generar un impedimento al pensar en contratar y pagar a otra persona, siempre tengo en mente esta frase que desde chiquita resonaba en mi cabeza “lo barato sale caro” y claramente la he entendido a lo largo de los años, cuando comprobé que por pensar en ciertos gastos como gastos y no como inversión he terminado “gastando” más dinero a la larga, que si de entrada hubiera delegado ciertas labores a quienes podían y sabían hacerlo mejor que yo. Si lo mío no es justamente el diseño gráfico ni la web, ni el manejo de las redes sociales, porqué insistir entonces en hacer algo que me lleva tiempo y energía, que en realidad necesito para abocar cien por cien al diseño de mis programas de capacitación y consultoría, lo cual sí es mi especialidad.
Por supuesto que para delegar hay que ser muy prolijo, ordenado, específico y claro, de manera de saber qué conviene delegar, a quién conviene delegar y en qué momento es mejor hacerlo.
¿Cuáles son entonces las consecuencias negativas de no delegar determinadas tareas y decidir hacerlas solo?
- Perder tiempo y energía (que necesitas usar para cosas más productivas y tareas que solo vos podés hacer porque son tu especialidad)
- Al perder tiempo y energía, a la larga terminas perdiendo dinero (cuando en realidad creías que lo estabas conservando)
- No permitirte armar un equipo sólido de gente entrenada, idónea y experta en las tareas que no hacen necesariamente a tu expertise.
- Por cualquier motivo que genere que no puedas trabajar (enfermedad, vacaciones, etc.) tendrás tu negocio/trabajo parado, mientras que si aprendes a delegar, tu negocio siempre estará funcionando
- Al no trabajar con un buen equipo te privas de aprender más y mejor. Ya lo dice la frase: “Solo llegarás más rápido, pero en equipo llegarás más lejos”
Es probable que vos encuentres más contras que yo. Estas son al menos las que, a través de mi experiencia, he hallado en mi negocio. Por eso estoy cien por cien de acuerdo con aprender a delegar, lo cual te permitirá sentirte más liviano, motivado y enfocado para avanzar en lo que realmente amás y sabés hacer.
¿Qué opinás al respecto? Compartí tu experiencia con nosotros y contanos si has podido delegar o no y qué tal te ha resultado la experiencia.
¡Nos vemos el próximo jueves! ¡Y muchas gracias, como siempre, por estar aquí!
María Noel
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