Que el estrés no te impida conectarte con el placer y el disfrute de aquello que te gusta hacer
- ¿Sentís que estás en un momento en que, pese a estar haciendo aquello que te gusta, tenés agotamiento, agobio y/o cierto desborde?
- ¿Te resulta difícil disfrutar de aquello que elegiste hacer y que siempre te ha gustado?
- ¿Te percibís emocionalmente cansado, al borde del estrés y sin capacidad para continuar con las tareas que siempre te causaron placer, como lo hacías hasta ahora?
Probablemente estés atravesando un período de estrés y aún no te has dado cuenta. Porque, aunque parezca obvio lo que estoy mencionando, la vorágine de las tareas cotidianas, las rutinas, los horarios y actividades que solemos hacer, terminan tornándose tan “naturales”, que dejamos de registrar qué nos sucede, cuán agotados estamos y si seguimos realmente disfrutando de todo aquello que algún momento elegimos y deseamos realizar.
Te cuento que el stress se puede definir como un proceso de relación entre el sujeto y el entorno y se produce cuando dicha relación se percibe como amenazante y desbordante de los propios recursos y pone en peligro el bienestar o la salud personal.
Es la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un individuo que intenta adaptarse a presiones internas y externas y suele aparecer cuando se produce un desajuste entre el puesto de trabajo y la organización.
Que el stress sea nocivo depende de la intensidad, duración, y del modo en que se afronta. No es malo en sí mismo y todos podemos sufrirlo en mayor o menor medida en algún momento de nuestras vidas.
Las repercusiones del stress pueden ser positivas si lo tomamos como una forma de estimulo, pero lo más corriente es que sus consecuencias sean negativas cuando su magnitud es desbordante para el individuo y/o no cuenta o no encuentra los recursos óptimos para enfrentarlo. De esta manera el stress puede implicar riesgos para la salud, el trabajo y las relaciones con los demás.
Entonces llegado a este punto, ¿es posible que verdaderamente lo que sientas sea estrés y todavía no te diste cuenta?
Bien, si es así, prestá atención porque tu cuerpo te va a “pasar factura” es decir, podés llegar a tener síntomas y/o enfermarte, cuando el estrés llegue a niveles de desborde, sin que hayas resuelto antes, esta situación. Y por resolver, me refiero en primer lugar a tener un registro de lo que te sucede, hacerte cargo de eso que te pasa y tomar la decisión de no mirar más hacia un costado y “ocuparte” de vos.
Manteniendo siempre una misma actitud no generamos cambios, y son justamente las crisis o los momentos de estrés y agotamiento extremo los que al provocar un quiebre, nos presentan desafíos que promueven la necesidad de hacer modificaciones.
Los momentos de cambios conllevan peligros y oportunidades. Ante estos, aparece el miedo, que puede paralizarnos si olvidamos tomarlo como un aliado ya que nos permite prepararnos para enfrentar situaciones consideradas de riesgo.
Desmitificando el miedo, rompiendo el paradigma del mismo como algo estrictamente negativo y propio de personas cobardes, nos enfrentamos ante nuestros propios recursos, siendo la creatividad uno de ellos.
Y justamente, como de cambios de hábitos y costumbres se trata, en parte, esto que estoy mencionando cuando te digo “ocuparte” de vos, voy a enumerarte una serie de tips que si los empezás a implementar, te permitirá bajar los niveles de estrés y reconectarte nuevamente con el placer y el disfrute de aquello que te encanta hacer.
Tomá nota:
- Organizá el tiempo y las actividades para descansar y destinar momentos al ocio.
- No dejes pasar los problemas, conversá sobre lo que te sucede. Patear la pelota para adelante no es abordar el malestar, sino que implica postergarlo y generalmente esto suele ir en aumento con consecuencias en tu salud física y emocional.
- Cambiá aquellos hábitos que te perjudican (en cuanto a la alimentación, al descanso y a rodearte con gente negativa que te quita energía y te impide focalizarte en cuestiones saludables).
- Realizá diariamente ejercicios de estiramiento, aunque sea unos 10 minutos al día. Esto mejorara tus posturas y te quitara contracturas y dolores musculares. O practicá deportes, ya que además del beneficio físico y emocional que implica, te permite conectarte recreativamente con otras personas y compartir objetivos placenteros en común
- Evitá infusiones y bebidas cola, o al menos reduce y regulá el consumo de estos.
No son taaaan difíciles, ¿no? Contame qué vas sintiendo, una vez que empieces a aplicarlos y recordá que de vos depende, exclusivamente, que vuelvas a encontrarle el “gustito” a tus proyectos y emprendimientos, una vez que dejas de preocuparte para empezar a “ocuparte” activamente y de manera efectiva.
¡Un fuerte abrazo!
Y hasta el próximo artículo.
María Noel
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Sobre María Noel
Soy María Noel Lucano, empresaria, psicóloga, coach y consultora especializada en ayudar y orientar a personas que desean realizar cambios transformacionales en sus vidas. Me dedico a trabajar con quienes quieren construir y concretar exitosamente sus proyectos. Mi objetivo es asesorar y brindar herramientas y recursos prácticos a los individuos y equipos que eligen transitar el maravilloso camino que implica liderar sus propias vidas, logrando el éxito que desean.
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