Dejá de soñar y empezá a accionar
Hace tiempo que tenes una idea en la cabeza que deseas implementar, ¿y todavía no te has decidido?
Sentís que es el momento de arrancar, ¿pero el temor al fracaso te paraliza?
O en realidad, ¿es el miedo a que te vaya bien y tal vez la culpa no te permita disfrutarlo, como si no fueras merecedor de ese éxito?
Si te estás sintiendo identificado con alguna de (o todas) estas preguntas es porque probablemente hacer rato venís amasando un sueño y por diferentes variables (ahora veremos cuáles) no lograste sacar esa idea de la cabeza, llevarla al papel, en primera instancia y de ahí a hechos concretos que te vayan acercando a la meta deseada.
¡Basta ya de postergar tu sueño! y diría más, ¡basta ya de postergarte!
Si esperás el momento ideal, lamento pincharte el globo y anunciarte ahora en frio y sin vueltas que ese momento no existe, por lo tanto, nunca llegará. En todo caso, el momento ideal es ese en el que sentís que ya no da para más esto de permanecer estancado, paralizado, quieto, en una inercia frustrante, aburrida y mediocre.
¿Estás listo entonces para dar el primer paso? Intuyendo que tu respuesta es sí (sino no estarías leyendo este articulo) quiero comenzar a enunciar los saboteadores de que tu proyecto se haga realidad.
¡Y atenti con esto! Que no hago referencia a personas, ya que vos sos el responsable de lo que hacés y decidís, sino que me refiero a las emociones y percepciones que pueden estar trabándote, frenándote y sirviendo de excusas para quedarte donde estás y no ir hacia donde vos realmente querés.
En primer lugar, transformar ese sueño en algo concreto, viable y realista: y aquí lo que quiero decir es, al margen de que tenes todo el derecho de fantasear con lo que se te ocurra, claramente hay sueños y fantasías que son más posibles de hacerse realidad en una determinada cantidad de tiempo y con ciertas acciones especificas, que otras.
¿Me seguís? O sea: largar todo e irte de mochilero a recorrer el mundo por dos años es algo que podés soñar y concretar, pero siempre y cuando te coloques objetivos que te acerquen a esa meta. Es decir, que no sea solo el impulso y el arrebato lo que te lleven a ese proyecto sino un plan diseñado para lograr cumplir tu proyecto con claridad y éxito sin que se desbarranque todo en el camino.
En segundo lugar, registrar las emociones que te están obstaculizando al momento de avanzar. Y estas pueden ser diversas:
El miedo a fracasar: cabe aclarar aquí, que soy de las personas que consideran que de los errores se aprende y de las caídas uno se fortalece, por ende, el concepto tradicional de fracaso no es al que yo adhiero. Sin embargo, comprendo el temor a que las cosas no salgan como uno quiere, el terror a equivocarnos y a sentirnos no capaces. Todos hemos pasado en algún momento por sensaciones como estas. Lo fundamental es decidir qué hacemos con ese miedo y cuánta intensidad vamos a permitir que tenga. Porque más allá del miedo, se pueden hacer cosas y es gracias a las equivocaciones, que podemos aprender y avanzar en aquello que deseamos.
Darle importancia al qué dirán: la realidad es que los otros siempre van a opinar, a favor o en contra, pero en líneas generales, siempre va a haber gente que opine y juzgue nuestro accionar. Y en este punto vuelvo sobre lo que señalé en cuanto al miedo: lo importante es que decidamos qué lugar y cuánto lugar le vamos a dar a las opiniones de los demás. Por ejemplo, si estoy por llevar adelante un emprendimiento, ¿significa lo mismo para mí lo que opina un empresario exitoso que lo que puede decir una persona que nunca emprendió un proyecto propio? Pensar esto nos permite distinguir a quién le damos espacio en nuestra vida en cuanto a lo que a opiniones se refiere, quiénes son autoridad en algún tema que nos interese y quiénes solo hablan por hablar.
La culpa por el éxito: si bien decimos que deseamos y buscamos el éxito no siempre estamos “formateados” para recibirlo, hacernos cargo y disfrutarlo. Y esto no es un detalle, porque podemos estar boicoteando nuestro éxito y crecimiento inconscientemente, “sin darnos cuenta” cuando no nos permitimos que nos vaya bien en algo. Ya sea porque no nos creemos merecedores de ese logro, porque nos desborda o abruma el hecho de haber alcanzado eso que nos propusimos y/o porque no sabemos cómo continuar en el camino y sostener aquello que logramos, la culpa por el éxito es otro de los factores que pueden estar interfiriendo en el encuentro con nuestro deseo.
A hora bien, una vez registradas estas variables y detectado claramente con cuales vos te estás sintiendo identificado, lo importante definir cómo continuar.
Para eso, tené en cuenta lo siguiente:
Reconocé tus fortalezas y apropiate de ellas. Utilizalas, exprimilas y potencialas.
Rodeate de personas que te motiven, que te desafíen a crecer y a accionar, que no se estén quejando todo el tiempo y se hagan responsables de sus decisiones.
Dejá de esperar que aparezca el momento ideal y hacé de este momento el ideal para que empieces a “moverte”.
Pedí la ayuda que necesites, aprendé a delegar y buscá espacios de contención y comprensión para no sentirte solo en el camino y avanzar acompañado.
¡Ahora es tu turno! Contame: ¿qué te ha parecido el artículo? ¿En qué momento de tus proyectos te encontrás? ¿Con que te sentiste más identificado de todo lo señalé? ¡Compartí tus opiniones y comentarios! Estoy ansiosa por leerte y contestarte.
¡Un fuerte abrazo!
Y hasta la semana próxima,
María Noel
¿Estás cansado de postergar y postergar y nunca lográs tus objetivos? ¿Te gustaría de una vez por todas superar a ese enemigo interno que no te permite disfrutar de la vida e ir tras tus sueños? Si querés que te ayude a quebrar tus barreras y por fin ponerte en marcha para lograr lo que deseas, me encantaría conversar contigo. Mira aquí cómo puedo ayudarte: acceso a una entrevista de orientación y diagnóstico (sin cargo)
Ya te descargaste el ebook: “Como desarrollar tu proyecto de vida y cumplir tus sueños más ambiciosos”? Descargátelo ahora aquí!! ¡No te lo pierdas!
Sobre María Noel
Soy María Noel Lucano, empresaria, coach y consultora especializada en ayudar y orientar a personas que desean realizar cambios transformacionales en sus vidas. Mi objetivo es asesorar y brindar herramientas y recursos prácticos a los individuos y equipos que eligen transitar el maravilloso camino que implica liderar sus propias vidas logrando el éxito que desean.
Deja una respuesta